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¿Cuál es el mejor deporte para mí?

Ejercicio físico

Todos sabemos que mantenernos activos y hacer actividad física de forma regular no solo mejora nuestra salud física, sino también nuestro estado de ánimo y, en consecuencia, nuestra salud mental. La actividad física nos protege de tener depresión y ansiedad, y disminuye la sintomatología cuando estos problemas ya han aparecido. Las personas con un problema de salud mental verán también como mejora su percepción subjetiva de salud, su motivación, autocontrol y autonomía. ¿Por qué? No solo por cómo el ejercicio impacta y modifica nuestro cerebro, sino también porque nos permite disfrutar, socializar y mejorar nuestra autoestima.

La recomendación general para una persona adulta es hacer unos 150 minutos semanales de actividad física moderada (que no nos agota y tampoco nos hace sudar en exceso) o 75 minutos semanales de actividad física vigorosa (que sí supone un esfuerzo superior al habitual, nos hace sudar y provoca agotamiento). Se recomienda promocionar los hábitos de actividad y de vida saludable desde la infancia, siendo los tiempos recomendados de actividad física semanales recomendados para niños y adolescentes algo más elevados.

Pero conocer los beneficios de la actividad física no siempre es suficiente para que nos motivemos a hacer ejercicio. De hecho, la mayoría de las veces no lo es. Las personas que tienen un problema de salud mental muchas veces se enfrentan a condiciones añadidas que les dificultan mantener la actividad física, como puede ser experiencias anteriores negativas, falsas creencias sobre qué es hacer ejercicio y mantenerse activo, frustración (al no obtener los resultados esperados o no con la rapidez que querrían), cansancio, fatiga y somnolencia, a veces producidas por los propios tratamientos farmacológicos.

Así, ¿qué nos puede motivar para empezar a hacer actividad física y mantenerla a lo largo del tiempo?

  1. Realizar la actividad en compañía.  Hacer ejercicio acompañados de otras personas con el mismo objetivo que nosotros nos ayudará a ser constantes y nos hará sentir mejor.
  2. Ir preparados. Utilizar ropa adecuada para la actividad (ligera y transpirable) y beber agua con regularidad nos ayudará a evitar la deshidratación y el aumento de la temperatura corporal.
  3. Empezar poco a poco. Para evitar lesiones, es importante ir aumentando progresivamente el tiempo y la intensidad del ejercicio hasta alcanzar nuestro objetivo. Tendremos mejores resultados y más duraderos.
  4. Al aire libre. A muchas personas les ayuda a mantener la actividad si se hace al aire libre, aprovechando también los beneficios terapéuticos que ofrece la propia naturaleza.
  5. Elegir una actividad que nos guste. En ocasiones pensamos, erróneamente, que hacer actividad física es ir 6 días a la semana al gimnasio a trabajar en una bicicleta estática, el banco de remo o levantando pesas. Sin duda, ese tipo de actividad puede ser muy desmotivadora para muchas personas, o incluso desaconsejable para otras. Cada uno debemos encontrar qué actividad nos atrae más, la que nos ayuda mejor a nuestro objetivo y a nuestras capacidades, y la que nos resulta más fácil de mantener en el tiempo.

Propuestas de actividades para mejorar la salud física y mental

Ejercicios desde la silla

Estando sentados podemos trabajar las cervicales, extremidades, dedos, muñecas y tobillos, e incluso el torso sin perjudicar nuestra salud física, especialmente cuando hay problemas de movilidad o tenemos una edad avanzada.

Caminar y correr

Caminar mejora nuestra memoria y nuestro estado de ánimo, así como nuestra resiliencia, y ayuda a reducir el estrés. En función de nuestra condición física, también podemos aumentar la intensidad de la actividad y correr.

Marcha nórdica

Esta actividad incorpora a la caminata el uso de unos bastones que ayudan a dar impulso y seguridad al andar. Además de los múltiples beneficios para el cuerpo, también ayuda a mejorar los síntomas depresivos y de ansiedad, además de que es una actividad que podemos hacer de forma individual o en grupo.

Bailar

Al igual que caminar, ayuda a reducir la ansiedad y la depresión, eleva el estado de ánimo, disminuye el estrés y mejora la memoria. Es una actividad que podemos hacer solos en casa, pero si bailamos en compañía veremos como también fortalece nuestras relaciones y mejora nuestra confianza y autoestima.

Yoga

La práctica regular del yoga permite reducir el estrés y mejorar el sueño, nuestra concentración, además de nuestro humor. Se suele recomendar a personas que tienen depresión.

Actividades en el agua: aquagym y natación

Las actividades acuáticas favorecen la secreción de endorfinas, que promueven la calma, mejoran el humor y reducen el estrés.

El aquagym, además, es una actividad de bajo impacto en la que no es necesario saber nadar (se hace de pie en el agua) y en que casi no existe riesgo de lesión. El aquagym suele ser un deporte colectivo, por lo que nos ayudará en las relaciones sociales y sentirnos mejor. Por otro lado, la natación, uno de los deportes más completos físicamente, mejora también las funciones cognitivas y el aprendizaje.

Petanca

Este deporte tiene muchos beneficios para nuestra salud mental, ya que es una actividad de baja intensidad, por lo que hay poca probabilidad de lesionarse. Mientras pensamos la estrategia de juego mantenemos nuestra mente activa, atenta y concentrada y además permite una elevada socialización porque se juega en equipos, en espacios públicos y también en clubs y asociaciones.

Fútbol

Además de las ventajas que aporta en la reducción del estrés y la mejora del estado de ánimo, la práctica del fútbol mejora también nuestra resistencia a la frustración, nuestra resiliencia y capacidad de superar desafíos y la adaptabilidad al cambio. Al ser un deporte de equipo, también nos permite mejorar nuestra socialización: aprendemos normas, valores y actitudes que nos permiten adaptarnos a la vida en comunidad.

Baloncesto

Este deporte de equipo favorece la concentración, la atención selectiva y nos permite desarrollar nuestra rapidez mental, tomar decisiones muy rápidas en un escenario en constante cambio. También nos permite desarrollar nuestras habilidades sociales y trabajar valores de trabajo en equipo, esfuerzo y compañerismo. Además, es tan necesaria la implicación y participación activa de todos los miembros del equipo, que favorece la confianza en uno mismo y en los demás, repercutiendo en una mejor autoestima.

Tenis

Este deporte nos ayuda a mejorar nuestra socialización, pero sin la necesidad de hacerlo en un equipo numeroso. Además, permite trabajar la resiliencia y la autoestima.

Hay muchas más posibilidades, tantas como deportes y tipos de actividad física. Solo se trata de encontrar lo que mejor se adapta a tus posibilidades y preferencias.

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 30 de Junio de 2022
Última modificación: 30 de Junio de 2022
Cisa Llopis Carbajo

Cisa Llopis Carbajo

Psicòloga experta en Intervenció Social. Coordinadora técnica.
SOM Salud Mental 360